La confitería se llamaba Beatriz y otros poemas laborales

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[LA CONFITERÍA SE LLAMABA BEATRIZ Y OTROS POEMAS LABORALES]

 

As it is when it was

Johnny realmente era coreano,
no se llamaba así y preparaba
las entradas y ensaladas todas
de ilegal.
Su chica, Melisa, tampoco
se llamaba así, era indonesia
y ayudaba a Johnny en el melón
con jamón y los cocktail de gambas
de ilegal.
En la cocina había tres españoles
casados con tres inglesas de captura
por Benidorm, Los Cristianos y
Maspalomas, y estaban de legal.
Yo fregaba platos y cortaba papas
de ilegal.
Las camareras eran todas anglo,
todas rubias y todas macizas,
como solían exigir,
de legal,
los parámetros selectivos del boss.
Detrás de la barra estaba Philippe,
francés en teoría y metro noventa en la práctica
para fajarse de barman con los ejecutas.

La perra, Daisy,
era alsaciana.
De legal.