Pintadas
Ocurrió en Lanzarote, donde vivía por entonces. Estaba haciendo series de cielos, puertas y paredes desconchadas, en momentos libres que me dejaba el trabajo de periodista. Eran tiempos analógicos y se desechaban muchas fotos: desenfocadas, veladas… Un buen día me dio por pintar, con un bote de betún negro con aplicador Kanfort, sobre una de las descartadas. Supongo que tratando de devolverla a la vida.
Así empezó todo.